Post-producción

Para realizar el montaje del corto opté por la técnica clásica, tratando de mantener la continuidad de movimiento y luz.
En cuanto a los efectos de vídeo trabajé con After Effects agregándole a los planos originales elementos como sangre, disparos, montañas, pájaros y algunos objetos que potenciaban la acción o ayudaban a situar la historia en un pequeño pueblo deteriorado y en un pasado que bien podría ser principios del siglo XX.

También diseñé y animé los créditos finales, que tienen la clara influencia gráfica de los spaguetti westerns.

La estética del film tenía que ser muy marcada, con mucha presencia, y para llegar al look deseado, (que quería que transmitir el clima del western pero con cierto guiño al cómic) es que se sumó Darío. (Adrián E. Sperk)

Si bien la corrección de color es una de las últimas etapas de post-producción, en la pre-producción se llegó a un acuerdo con el área de fotografía para lograr la mejor forma de grabar el material en rodaje y así obtener la mayor latitud posible, la cual nos permitiera trabajar mejor color y llegar a la estética deseada. El trabajo de color en sí toma referencias de diferentes películas, cortometrajes y videojuegos del oeste (Call of Juárez: Bound in Blood, Little Tombstone, entre otros), buscando fuertes contrastes, pero manteniendo aun así los detalles en las zonas bajas y altas, y llevando el look a un tono cobrizo.

El trabajo lo realicé íntegramente sobre Avid Symphony (actualmente Avid Media Composer con Symphony option), para todo lo que es retoque y corrección de color, y diversos plugins de Boris bajo la misma plataforma para empatar grano o generarlo cuando fuera necesario.

En los planos donde se requería trabajo de composición, hubo un dialogo más grande de ida y vuelta de material entre Adrián y yo para tener un correcto empate de la imagen, y así sentir todo el cortometraje como una unidad desde lo visual. (Darío Caamaño).